Este trabajo tiene el objetivo de fortalecer la identidad nacional de nuestros estudiantes recordándoles de dónde venimos los costarricenses, ya que es necesario que conozcan no solo sus raíces europeas, sino también las indígenas.


Si desea poner en práctica este ejercicio, puede imprimir y fotocopiar las hojas para repartirlas entre sus pupilos, pero por favor no elimine el nombre del autor de ella.


Paso 1: defina el diseño de la pieza de cerámica, en este caso haremos un jarrón sencillo.

Paso 2: defina el diseño de la decoración, y los colores a usar. Nuestros antepasados indígenas utilizaban uno muy llamativo, el cual reproduciré aquí para ustedes y facilitarles la labor.


Materiales:


Arcilla natural, un horno para secar y endurecer la pieza elaborada. Si no tiene horno, puede sustituir la arcilla por masilla marca Das, la cual puede conseguir en Jiménez & Tanzi, Guilá, Libreria Universal o Lehmann. Una botella redonda, papel periódico, un recipiente pequeño de plástico, agua, masking tape, barbotina.


Usted puede hacer la barbotina colocando un poco de arcilla dentro de un recipiente pequeño y añadirle un poco de agua para que quede cremosa, déjelo reposar unos minutos, y utilícelo como pegamento.


Procedimiento:


Paso 1: forre la botella con una hoja vieja de papel periódico y afírmela con masking tape, pegue papel también sobre la base. Si no tiene una botella, sustitúyala por otro objeto que tenga forma similar. Puede ser pequeño o grande, depende de su gusto y de la cantidad de arcilla o masilla con la que cuente.


El papel periódico sirve para dos propósitos: 1- Impedir que la arcilla se pegue a la botella. 2- Evitar que la mesa se ensucie pues para trabajar colocará dos o tres hojas sobre ella. Adhiérala también con masking tape, así no se moverá de su sitio.


Paso 2: tome un poco de arcilla y forme una bola.




Paso 3: estire la bola sobre la mesa con las dos palmas de sus manos hasta formar una tira que no sea muy gruesa.



Paso 4: enrolle la tira de arcilla.


Paso 5: deslice los dedos sobre la superficie del rollo de arcilla para hacer más fuerte la unión.

Paso 6: coloque la botella sobre el círculo de arcilla. Es importante que sea pareja en su forma cirular, y además que sobresalga un centímetro de la botella.

Paso 7: tome un pedazo de hilo, o un centímetro y con él rodee la circunferencia de la botella para medirla.


Paso 8: haga muchas tiras de arcilla del tamaño del hilo más un centímetro para poder unir los extremos sin ningún problema.


Paso 9: a la arcilla que sobresale de la botella debe picarla con un instrumento punzante para agregarle después barbotina. Ello le dará mayor firmeza pues la barbotina funciona como una especie de pegamento.


Pique también la parte del rollo que se adhiere a la superficie de la base de arcilla. Agregue barbotina. Coloque una tira sobre la arcilla que sirve de base, y rodee a la botella hasta que los extremos se toquen y presione.




Paso 10: repita el proceso varias veces más. Antes de poner un rollo sobre otro debe picarlos y agregar barbotina donde ellos se tocan.


Paso 11: deslice los dedos o una paleta de madera sobre los rollos para unirlos entre sí, con el objetivo de obtener una pared bastante lisa. Deje reposar unos minutos y saque la botella haciéndola girar con mucho cuidado.


Paso 12: tome arcilla y distribúyala en el interior de la vasija, en medio de cada rollo para reforzar el jarrón aún más. Tenga cuidado para que quede bastante liso, y con el menor número de pelotas posible.


Paso 13: tome tres pedazos de arcilla para convertirlas en las patas de la vasija. A cada una debe darles esta forma, y pegarlas con barbotina.


Paso 14: distribuya su ubicación en la base de la vasija de forma simétrica.

Paso 15: deje secar la pieza por varios días, puede ser una semana, y luego hornéela. Se evita el proceso de horneado si utilizó Das.


Paso 16: después de que esté seca, lije la pieza con mucho cuidado, y elimine profundamente el polvo.



Paso 17: dibuje sobre la superficie del jarrón el diseño indígena de su preferencia.

Yo he dibujado para usted uno que pintaron hace cientos de años nuestros indígenas y hoy se encuentra en el Museo Precolombino del Banco Central de Costa Rica.

Aquí se lo presento, si lo desea imprímalo, fotocópielo, redúzcalo o agrándelo para que se adapte al tamaño de las jarras, y con papel carbón cálquelo sobre la superficie de la pieza de cerámica.



Los colores que presenta la jarra original son café, amarillo y naranja. Su jarra y la de sus alumnos puede lucir parecida a esta, y si sus posibilidades económicas son buenas, puede untar añejador a la pieza después de pintada, así le dará un aspecto antiguo.

No sé qué pensará usted, pero a mi parecer nuestros indígenas diseñaban cosas muy hermosas.


(Texto y dibujos: Licenciado Walter Conejo Carballo).